TAREA 2
CONCEPCION ARENAL
Pensadora, periodista, poeta y activista.
Biografía de Concepción Arenal
Concepción Arenal, fruto del matrimonio formado por María Concepción de Ponte y don Ángel del Arenal, miembros de familias gallegas y santanderinas, respectivamente.
Su padre, firme defensor del liberalismo, y su prematuro fallecimiento marcarán sin duda el carácter de Concepción Arenal. De quien aprendió a mantener firmes sus convicciones personales y a luchar por lo que cree justo. Al estallar la guerra de la Independencia los abandona para ingresar en la carrera militar. Pese a participar en numerosas acciones y destacar por su patriotismo, al entronizarse el absolutismo será perseguido, juzgado y confinado, como otros liberales de la época, por sus ideas políticas, hasta que el 26 de enero de 1829 fallece como consecuencia de estos avatares y sufrimientos.
La viuda y las tres hijas del matrimonio se trasladaron a la casa de la abuela paterna en Armaño, donde la hermana más pequeña de Concepción Arenal, Luisa, muere en octubre del 1830. Su madre tras tal desgracia decide trasladarse a la Corte donde reside su hermano (el conde de Vigo), y las niñas junto a sus primas ingresan como alumnas externas en el colegio de Tepa, donde a falta de un verdadero programa de estudios les enseñarían a comportarse correctamente en sociedad, tal como deseaba su madre. Programa de estudios que desde luego no satisface su enorme curiosidad intelectual, esa inmensa ansia de saber que caracteriza a Concepción Arenal.
En 1840 vuelve a Armaño para asistir a su abuela enferma, Jesusa de la Cuesta, circunstancia que le permite poner distancia a su madre, con la que no tenia una buena relación. Concepción Arenal está claramente decidida a llevar a cabo su aventura y, por ironías del destino, el fallecimiento de su abuela ese mismo año, recae sobre el ella la herencia familiar, y el de su madre en 1841, facilita su pretensión: a los veintiún años Concepción Arenal es dueña absoluta de su destino, poniendo en práctica aquellos proyectos a los que su madre se había opuesto con fuerza.
Asistió vestida de hombre a algunas clases de Derecho en la Universidad. Evidentemente no cursó la carrera, ni hizo exámenes, ni alcanzó ningún título, pues en este momento histórico las aulas universitarias estaban reservadas exclusivamente para los varones, pero sin duda enriqueció y afianzó su interés por las cuestiones penales y jurídicas. Allí conoce a Fernando García Carrasco, con el que contrae matrimonio, a pesar de los casi quince años que le separa de este abogado y periodista. Hombre avanzado para la época que supo entender con total perfección sus aspiraciones y contempló a su esposa desde el verdadero plano de igualdad, pues siempre admitió que le acompañase vestida de hombre a las tertulias del café Iris o que aportara al hogar las ganancias de un trabajo remunerado. El matrimonio tuvo tres hijos, de los que sobrevivieron los dos menores, Fernando (1850) y Ramón (1852), pues la mayor, Concepción (1849), falleció a los dos años de edad.
Durante los primeros años de matrimonio Concepción Arenal parece decantarse por la literatura. Escribe algunas composiciones poéticas, tres obras de teatro –Un poeta, La medalla de oro y Dolor y misterio-, una zarzuela –Los hijos de Pelayo-, una novela que no se ha conservado –Historia de un corazón- y sus Fábulas en verso (1851), texto que será declarado lectura obligatoria en enseñanza primaria. En 1855 junto a García Carrasco comienza a colaborar en La Iberia, periódico liberal donde no firma sus artículos hasta que Nocedal, ministro de Gobernación, promulga la Ley de Imprenta de 15 de mayo de 1857 donde se impone la obligación de firmar los artículos que versen sobre política, filosofía y religión. Mes y medio después, se publica una nota en La Iberia en la que se alude a los artículos sin firma publicados por Concepción Arenal y se anuncia el cese de su colaboración como redactora fija.
De firmes convicciones religiosas, como consecuencia de la amistad con Jesús de Monasterio, decidirá fundar la rama femenina de una institución en Potes. Se inician ahí las preocupaciones sociales y humanitarias de Concepción Arenal, cuyo fruto intelecto será su ensayo La Beneficencia, la Filantropía y la Caridad (1860) que será premiado por la Academia de Ciencias Morales y Políticas, a pesar de que la escritora encubriera su identidad bajo el nombre de su hijo Fernando, que entonces tenía sólo diez años. Averiguada la verdadera autoría, por primera vez en la historia de la Academia se concede el premio a una mujer, ya que sus miembros fueron conscientes de la importancia del trabajo al analizar unos conceptos que en aquella época estaban poco claros.
La nombraron Visitadora de Prisiones de Mujeres. Con este fin Concepción Arenal se traslada a La Coruña, donde conocerá personalmente a la condesa de Espoz y Mina, Juana Vega, que se convertirá en una de sus mejores amigas y colaboradoras. Fruto de esa experiencia personal son sus conocidas Cartas a los delincuentes (1865) donde aborda, cuestiones tan delicadas como la necesidad de reformar el Código Penal, aproximándose en este sentido a las iniciativas que los krausistas habían emprendido. La publicación de esta obra provocó su cese inmediato.
Oda a la esclavitud, Examen de las bases aprobadas por las Cortes para la reforma de las prisiones (1869). En 1870 funda La Voz de la Caridad, impulsa proyectos como el llamado “patronato de los diez”, la publicación de sus Cuadros de guerra (1880), donde la nota sentimental predomina en la descripción de las escenas de dolor que ella misma contempló, publicar La mujer del porvenir (1869), su primera obra de carácter feminista a la que seguirán, años más tarde, trabajos como La mujer en su casa (1881), Estado actual de la mujer en España (1884) o La educación de la mujer (1892). Obras en las que Concepción Arenal se propone no sólo disipar los errores que sobre la mujer han arraigado en la opinión de la mayor parte de la sociedad, sino también reivindicar la capacidad intelectual de la mujer y su derecho a recibir una educación que le permita desempeñar cualquier profesión en condiciones iguales a la del hombre.
A partir de 1875, con la salud deteriorada y tras el fallecimiento de la primera mujer de su hijo Fernando, se traslada a Gijón. Allí, alejada de la vida pública, redacta una gran cantidad de obras que marcaran un antes y un después en la historia. En los últimos años de vida de Concepción Arenal su producción disminuye, preocupada por la edición de sus obras completas, de las que incomprensiblemente se excluyen sus obras literarias. No obstante, a pesar de su avanzada edad y precaria salud, colabora en innumerables periódicos de la época como el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, La España Moderna, La Nueva Ciencia Jurídica, Las Dominicales del Libre Pensamiento, La Ilustración Española y Americana, entre otros. En el mes de enero de 1893 sus dolencias se agravan, falleciendo, finalmente, el 4 de febrero.
Marcó un antes y un después en la historia de la mujer en España, rompió el hielo y a través de sus obras llego a la mente de tantas personas de aquella época donde transmitió la importancia de la figura de la mujer.
https://es.wikipedia.org/wiki/Concepci%C3%B3n_Arenal
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/arenal.htm
Concepción Arenal: libros y biografía autora (lecturalia.com)
Cita: Es un error grave y de los más perjudiciales, inculcar a la mujer que su misión única es la de esposa y madre [...]. Lo primero que necesita la mujer es afirmar su personalidad, independientemente de su estado, y persuadirse de que, soltera, casada o viuda, tiene derechos que cumplir, derechos que reclamar, dignidad que no depende de nadie, un trabajo que realizar e idea de que es cosa seria, grave, la vida y que si se la toma como un juego, ella será indefectiblemente un juguete.
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